Un 1,6% de la población ya vapea en España, una cifra que va en aumento. Su auge también se ve reflejado en la facturación de este negocio, que en el último año ha crecido un 28%.
Según informa el diario 20mintos.es el mercado de los vapeadores está registrando un notable crecimiento y sus cifras de negocio lo demuestran. Tras el boom experimentado en nuestro país en 2013, cuando se abrieron más de 3.000 tiendas de vapeadores, el sector experimentó un acusado declive. Ha sido a partir de 2016, coincidiendo con la llegada de dispositivos mejorados, cuando el sector del vapeo ha regresado al mercado para quedarse.
A pesar de su potencial crecimiento, se trata todavía de un sector y un producto relativamente desconocido para la población general y la normativa de su uso genera dudas. En España solamente está permitida la venta de estos dispositivos a personas mayores de edad y la ley española permite el uso de vapeadores en locales de ocio, hostelería y otros establecimientos cerrados. En cuento a sus restricciones, es importante tener en cuenta que está prohibido su uso en espacios de la administración pública, los centros sanitarios, los centros docentes y formativos y en los medios de transporte públicos urbano e interurbano, ferroviario, marítimo y aéreo.
En cuanto a los efectos negativos que el vapor
de estos dispositivos puede tener sobre los consumidores pasivos, cabe señalar un
estudio del Departamento de Química de la Universitat de Valencia que demuestra
que, a pesar de que el vapor, sobre todo el que contiene nicotina, no es
totalmente inocuo, tiene consecuencias mínimas para los vapeadores pasivos.
Myblu
apuesta por la venta de estos dispositivos en estancos, como principal canal.
Borja Allue, Administrador Único de la compañía en España afirma que “los
estancos son el espacio donde acude habitualmente el consumidor de tabaco a
adquirir su producto, siendo el fumador un cliente potencial para acceder más
fácilmente a la nueva categoría del vapeo».